Partiendo del estudio histórico sobre la transición de unas sociedades a otras, Carlos Marx y su colaborador y amigo Federico Engels realizaron un análisis de la sociedad capitalista, indagando en sus contradicciones y planteando los medios para su destrucción.
El marxismo se alejaba de los postulados teóricos, reformistas, idealistas y supuestamente irrealizables del socialismo utópico.
La Revolución de 1848 constituyó un momento clave en el desarrollo de esta nueva corriente socialista pues, una vez frustrada, el marxismo reemplazó al socialismo utópico como corriente ideológica obrerista dominante, erigiéndose en motor y referente de buena parte de los movimientos revolucionarios de la segunda mitad del siglo XIX y XX. Fue precisamente en 1848 cuando se publicó el "Manifiesto comunista”, la obra más conocida del marxismo.
Las ideas marxistas no conforman un bloque unitario, pues los escritos de Marx han ido completándose a lo largo del tiempo y han sido objeto de notables revisiones.
El socialismo científico o marxismo presenta influencias de corrientes anteriores, destacando las procedentes de la filosofía alemana hegeliana (materialismo dialéctico), la de revolucionarios como Babeuf y la de activistas obreros como Blanqui.
En sus escritos "Tesis sobre Feuerbach" (1845), "Miseria de la Filosofía" (1847), el aludido "Manifiesto Comunista" y sobre todo "El Capital", Marx y Engels desarrollaron una teoría en la que destacan los siguientes aspectos:
- La plusvalía (es la diferencia entre la riqueza producida por el trabajo del obrero y el salario que éste percibe del patrono)